En lo que creemos

Declaraciones de Fe

Creemos firmemente, por la autoridad que nos confiere la Palabra de Dios, en las siguientes verdades que Él nos ha revelado, las cuales forman parte de nuestra enseñanza doctrinal:

Dios

En la EXISTENCIA DE DIOS, un solo y verdadero Dios (Dt. 6:4); quien es eterno (Salmo 90:2) y Soberano del Universo (Is.46), que es trino en su esencia (Mrc 1:10- 17), quien fue revelado como DIOS PADRE (Filip 4:20). DIOS HIJO (nuestro Salvador Jesucristo) (Mt. 3:16-17) y DIOS ESPÍRITU SANTO (nuestro Consolador) (Juan 14:16- 17).

Jesús

Que EL SEÑOR JESUCRISTO, como Segunda Persona de la Divina Trinidad, es eternamente uno con el Padre. El Unigénito Hijo de Dios se encarnó como Hijo del Hombre al ser concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, sin intervención de padre humano, en el seno de María, lo que significa que el Hijo de Dios, verdadero Dios desde la eternidad, se hizo verdadero hombre en la persona de Jesucristo con el objeto de que los hijos de los hombres pudieran convertirse en hijos de Dios para que un día lleguen a ser como Él. La obra por excelencia que Jesucristo realizó en esta tierra fue morir por los pecados de la humanidad. Su obra expiatoria incluye su muerte, resurrección y ascensión al cielo donde se encuentra a la diestra del Padre intercediendo por nosotros.

Espíritu Santo

Que EL ESPÍRITU SANTO es la Tercera Persona de la Trinidad (Lc 3:21-22) y como tal los atributos de su personalidad son, su intelecto (1 Cor 2:10-11), su voluntad (1Cor 12:11), su sensibilidad ante la mentira (Hch 5:3), se entristece (Ef 4:30). El Espíritu Santo revela (2 Pedro 1:20-21), enseña (Jn 14:26), intercede (Rm 8:26), habla (Ap 12:7), ordena (Hch 16:6-7) y nos defiende (Jn 15:26-27). Este procede de Dios, es enviado por Dios y es el don de Dios para convencer al hombre de pecado (Jn 3:34, 16:7-11). El Espíritu Santo fue prometido por Cristo a sus discípulos a ocupar su lugar cuando este regresara al Padre (Jn 16:7), además prometió que no los dejaría huérfanos (Jn 14:18). Es necesario que en medio de la congregación se manifiesten los dones del Espíritu (1 Cor 12:7-10), a fin de que recibamos poder para testificar (hablar) de Cristo (Hch 1:8, 6:8; 1 Cor 2:4-5).

El Hombre

Que EL HOMBRE es la corona de la creación; es creación especial de Dios porque “creó Dios al hombre a su imagen y semejanza". Es decir, Dios creó al hombre con posibilidad de ser semejante a Él, en el aspecto moral y espiritual, con capacidad de justicia y santidad. Este perdió la inocencia original y la integridad moral en la cual fue creado, a causa de su desobediencia, lo cual lo hace completamente incapaz de salvarse así mismo; por lo que no tiene esperanza, a no ser por un acto de gracia que le restaure la imagen perdida.

La caída 

Que EL PECADO entró al mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. El pecado como transgresión a las leyes de Dios, es un acto de voluntad del hombre; como separación de Dios, se convierte en estado pecaminoso. “Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). El pecador acarrea unas consecuencias funestas por su pecado, más la paga que sufrirá es el juicio y muerte eterna, (Apoc. 20:15).

Salvación 

Que LA SALVACIÓN es solamente por gracia, (regalo inmerecido), don gratuito de Dios, para todo aquel que reciba a Cristo como su Señor y Salvador personal. Todo aquel que hace esto logra que su deuda con Dios, a causa del pecado sea saldada; es justificado; renueva su relación con su hacedor, es regenerado, pasa de muerte a vida, y santificados. Creemos que es menester (necesario) que nos ocupemos cuidar de nuestra salvación con temor y temblor, no sea que nos desviemos, pues, ¿cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?

La iglesia

Que es una institución divina que debe continuar su obra en la tierra. Se denomina a la Iglesia como el Cuerpo de Cristo, pues su presencia se manifiesta en la iglesia. Para que Cristo sea conocido tiene que ser por medio de aquellos que llevan su nombre y comparten su vida para lo cual estableció la gran comisión. Creemos que tenemos que congregarnos como Iglesia, pues la Escritura nos exhorta a no dejar de congregarnos como muchos tienen por costumbre.

Resurrección 

En la MUERTE Y RESURRECCIÓN CORPORAL. La muerte es la separación del alma y del cuerpo y la introducción del hombre al mundo invisible, lo que no significa la extinción del alma. El cuerpo deja de existir y va al polvo de la tierra ; el alma o espíritu continúan existiendo conscientemente en el mundo invisible de los espíritus, unos para vida eterna y otros para condenación eterna. La muerte se convierte en acceso a la vida eterna, en el caso de aquellos que aceptan a Cristo, los cuales obtendrán la inmortalidad después de la resurrección y el arrebatamiento de la Iglesia pues tendrán cuerpos glorificados no sujetos a muerte. Los malvados e inicuos resucitarán también, pero la suya será “resurrección de muerte” (Jn 5:29). Siendo el cuerpo parte de la personalidad del hombre, su salvación e inmortalidad no serán completas hasta que el cuerpo sea resucitado y glorificado. Creemos en la resurrección del cuerpo físico porque de lo contrario vana seria nuestra fe, pues Cristo no habría resucitado de los muertos.

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